lunes, 1 de julio de 2013

5ª Ultra-Trail Sobrarbe

Como siempre partimos de Siétamo, esta vez el equipo completo, y con un acompañante de lujo, Oscar Plasín.
Nos presentamos en la Villa de Aínsa poco antes de las 19.30, tiempo suficiente para coger los dorsales, saludar a varios compañeros de fatigas y preparar el buzo de trabajo para la carrera.

A las 20.30 habíamos quedado para cenar, pero la gente se iba retrasando, así que mientras aprovechamos para ver si la cerveza es tan buena como dicen…

Sobre las nueve estábamos casi 20 comensales dispuestos a meter algún hidrato de carbono en nuestro organismo para sobrellevar lo mejor posible la “excursión” del día siguiente. Buena comida, buena conversación, y además en buena compañía, el café y el carajillo, lo dejamos para otro día, la hora de salida de la carrera hizo que muchos desistieran.

A las cinco de la mañana deberían de haber sonado los despertadores, pero como siempre el oxigeno no es el mismo en todas las habitaciones, ya desde mucho antes se empezaron a oír ruiditos de todo tipo.

Después de acicalarnos un poco, nos presentamos en la zona deportiva donde disfrutamos de un desayuno y aprovechamos para saludar y sacarnos varias sesiones de fotos con el numeroso grupo de Peña Guara que acudió a la carrera, éramos tantos que siempre faltaba alguno, durante la carrera era raro dar una patada a una piedra y que no apareciese alguno.
estudiando a sus rivales
 
Pasado algún minuto de las seis de la mañana, salimos del campo de fútbol, con una temperatura perfecta, buscando nuestro primer destino, El Pueyo de Araguás. En estos primeros kilómetros adelanté posiciones para poder correr tranquilo en los sube y baja del g-19, pasamos Araguás y se iban haciendo grupitos de corredores, pude compartir conversación en uno de ellos antes de llegar a Laspuña, y la verdad se te pasa el tiempo y los kilómetros que no te enteras.

Nos presentamos en el primer avituallamiento de Laspuña, en poco más de una hora, los primeros habían pasado hace menos de diez minutos, creo que íbamos un poco rápido, el año pasado me pego una pájara subiendo a Tella por ir como un loco a Lafortunada, así que a partir de aquí me lo tomé con más tranquilidad, en este tramo corrí solo, menos los últimos dos o tres kilómetros en los que pillé a un tren de unos diez corredores.
En el avituallamiento de Lafortunada, aproveché para recargar bien, y pasarlo lo mejor posible en la primera subida, eché en falta a Ramón sacando fotos en las primeras cuestas como en años anteriores, pero seguro que no estaba quieto.
Salí tras Javisa que prácticamente no paró, ya lo hizo en Laspuña durante un buen rato. La verdad subimos bastante bien, nos dieron alcance la pareja de Sarrios, Victoriano y Ondieva, que máquinas, están como unos toros, bueno… como unos Sarrios, aparte, no se pierden ni una, claro su compañía no duró mucho, se esfumaron en poco tiempo.

Llegué más o menos bien al Dolmen de Tella, y por su puesto mucho mejor que el pasado año, ¡ah!, y por cierto, el dichoso Dolmen todavía no lo he visto, y eso que esta vez he intentado hacer por verlo, pues nada, tendré que repetir otro año.

La subida a Portiello se me hizo un poco más dura, pero más o menos lo supe llevar, el avituallamiento de la Fuente del Trucho, antes del paredón final viene de cine, me tomé mi tiempo para beber y picar algo antes de volver a las andadas.
Tras hacer cima, nos separaban casi cinco kilómetros de bajada, bonita para correr, técnica en algunos casos, y muy agradable en las inmediaciones de Bielsa.
un turista en Bielsa

Una larga parada en Bielsa, punto final para los maratonianos, el cuerpo tiene que recargarse para evitar el pajarón del pasado año en la subida a la Cruz de Guardia, en las primeras rampas estuve acompañado, con todo el cariño, de un “giputxi”, buena compañía, y conversación, recibiendo consejos de lo que nos esperaba, ya conocía la carrera, y buenas también las indicaciones que me dio para la Ehunmillak, pero la compañía no duró mucho, su ritmo era más atrevido que el mío, y poco después de que nos pasara la ganadora del pasado Ultra de Jaca, Esther Arias, se fue distanciando.

Pero a pesar de la dureza, no lo llevaba mal, pensaba en lo que sufrí hace dos años y, esto me daba ánimos. Tenia ganas de salir del bosque, porque aunque el calor caería a plomo, vería la última rampa, la rampa final, la rampa de los “zombis”…, en todas las carreras hay una, y en esta estaba Ramón para dar constancia de ello con su cámara.
que voy


por fin
Llevábamos 51 kilómetros, lo peor ya había pasado, quedaba una preciosa bajada, que en otras circunstancias hubiera disfrutado de lo lindo, pero estas malditas ampollas que no se me acaban de ir desde la carrera de Gavín, y que hasta ahora las llevaba bien, las quería seguir manteniendo alejadas, así que me tomé la bajada tranquilamente, tuve una grata compañía en algunos momentos, Txema, un corredor de Huesca, que me debe seguir por el blog, me acompañó en muchos tramos en la ultima parte de la carrera, Bielsa-Plan.
Martin llegando a la Cruz de Guardia

El avituallamiento de Serveto, fue uno de los mejores, todos fueron buenos y esperados, y los voluntarios súper amables, pero en este, los ánimos ante los dos últimos repechos, y sobretodo, el agua súper fresca, te daba el último “txute”, para afrontar nuestra caída a Plan.
no somos nada
     
Hasta Gistaín, tuve de nuevo la compañía de Txema durante un buen rato, pero al bajar me tenía que controlar, el cansancio también hacía mella y la falta de kilómetros en estos últimos meses se tiene que notar en algún momento.
En Gistaín, agua fresquita y buenos ánimos del voluntario, un chavalote majísimo, parece que te conociera de toda la vida, así da gusto, los ánimos hacían falta, porque la baja hasta el “banderín rojo de Grifote”, se hace pesada, ese asfalto…, menos mal que el “coche escoba” de la media maratón pasaba en ese momento, una chica y una chico, creo que era el joven de 14 años que quería hacer la ultra, ya tendrá tiempo de “sufrir”.

Una pena no poder disfrutar en todo su “esplendor” de la bonita y rápida bajada a San Juan de Plan, pero bueno, no nos vamos a quejar, las voces de los “spikers” ya se oían desde hace tiempo, pero ahora sí que estábamos realmente cerca, auque la pista que nos separaba de la meta tras cruzar el río Zinqueta, se hacía un poco larga, algunos se venían a bajo y no tenían ganas de correr, otros te pasaban dándolo todo, y otros íbamos tranquilitos, pero sin pararnos, no vaya a ser que se acabara la cervecita fresca en la que venía pensando desde que salí de Bielsa.

La entrada de meta, espectacular, animada “graciosamente” por los “spikers”, 10 horas y 11 minutitos, dos horitas menos que hace dos años, el calor ha sido clave para rebajar los tiempos, el ganador, el súper maquina, después de pasar una noche romántica bajo la luna de Guara, Roberto Anés, rebajo en 40min., el record del recorrido de hace dos años.
Martin que grande eres
La otra mitad del equipo de Sietamo runners, Martin, también acabo en un tiempo fantástico, 11 horitas, que saben a gloria, después de los problemas físicos que ha tenido estos últimos meses. Resaltar también los tiempazos del superChalenger, Oscar Plasin, sexto, y con el tobillo como una bola de villar, y como no, la del abuelo Javisa, 55,95 años.

En esta carrera no competitiva, los tiempos y las posiciones son lo de menos, no se ven grandes sprines en la recta de meta, y sí, mucha gente llegando abrazada o con las manos unidas. Después de la llegada lo que nos apetece es darnos una duchita en ese aaaaaagua del pirineo, lastima que nos quedamos sin bañito en la piscina, y después, disfrutar de una comida de verdad, no es por desprestigiar los “estupendos, exquisitos y variados geles”, pero donde esté una longaniza y ese yogurt casero…
Aunque en mi caso, aproveché antes para dar trabajo a los de Podoactiva y que me repasasen “Miss Ampollas 2013”.
ultra Sobrarbe 2010, Martin tirando hacia Biados
llegando a Biados, con los aplausos de Bergua, que recuerdos

Nada más que decir, solo agradecer, como siempre en todas las carreras, pero en esta ocasión, más aun, ya que el cariño con el que este club y las gentes de toda esta comarca ponen, es increíble, se respira un ambiente único, que contagia a todos los participantes que año tras año, llegamos a Aínsa. Esta fue mi primera ultra, todavía me acuerdo de mi llegada a Biados, allá por el año 2010, Martin fue el que me animó a participar en estas chaladuras, y si no llega a ser por él no lo hubiera conseguido. Este buen recuerdo del ambiente que se respiraba, de los preciosos lugares por los que pasamos y, de los macarrones que tome después de una ducha, que sé que estaba fría, pero que me debió de sentar tan bien…

Hasta pronto, un Allegador más.   


66 km y 3900m+

                                                       "ALLEGADORES"


7 comentarios:

  1. Carrera de las buenas. Estupenda crónica.
    Martin

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  2. Enhorabuena Carlos...y a la otra mitad también que en esta ocasión no sufrio tanto.
    Y bonitas imagenes de mi pueblo!!!

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  3. Gracias por tu cronica me ha hecho sentir como si la hubiese corrido. 2 horas de mejora, enhorabuena, y seguro que con menos sufrimiento (excepto esas ampollas). Alli mas o menos nos conocimos hace dos años. Espectacular como coronais las cumbres los de Sietamo, esas fotos de Ramon son magnificas. Un abrazo. Supongo que volveremos a coincidir en alguna, que solo os veo en las fotos...

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  4. Vais los dos a Ehunmilak semana que viene ? Mucha suerte, paciencia, humildad y fuerza, sera dificil pero quiero veros sonreir en las fotos.

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  5. Excelente crónica Nos vemos por esas cimas..

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  6. Me he dado cuenta que nos conocimos hace tres años, no dos, UTS dos.

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  7. Sí orni, como pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando escuchamos ese jabato por la noche. NOs acordamos de tí este viernes al hacer parte de esa ruta y con ese pequeño susto...
    un saludo

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