miércoles, 29 de octubre de 2014

XV CARRERA DE MONTAÑA OS FORATOS DE LOMENAS

26/10/14
Ya son XV las ediciones de esta carrera, y es la Vª en la que participo, desde el año 2010 en el que comencé a correr carreras de montaña no he faltado a ninguna edición.
Es  una carrera entrañable, un lugar precioso, y más en estas fechas, los colores del bosque son especiales, y si el día acompaña como ha sido el caso, la gente se va súper contenta.
 

Además, aprovechamos el finde y fuimos en familia, el sábado hicimos una excursión con los niños a Cola de caballo, nos juntamos más de quince, este año de Huesca subimos un montón, así que planificamos un bonito día culminado con una estupenda cena en Broto.

Como se hacía el cambio de hora pudimos descansar una hora más y salir con una temperatura muy agradable, más de 200 corredor@s, record de participación hasta el momento, mucha gente de asfalto que quiere probar esto de correr por el monte, son apenas 21km. y menos de 1000m de desnivel y todo, en un entorno precioso que no deja a nadie indiferente, y este año con el tiempazo que nos ha acompañado menos.
un montón, pero eramos más 
 
Después de echar unas risas previas a la carrera nos disponemos a salir, me procuro colocar un poco adelante pero cada año salen más rápido y me voy quedando atrás hasta el cruce del Ara, en el que más o menos voy manteniendo la posición en los subes y bajas que nos llevan al Puente de los Navarros , aquí este año me esta animando la familia, siempre viene bien, y más cuando tengo que afrontar el tramo de pista más pesado y aburrido de la carrera, se hace un poco largo y un pelín duro, en el siguiente avituallamiento ni paro, esta vez llevo un botellín y viene de cine, este tramo de senda es muy bonito y se puede hacer muy rápido, cruzamos el rió por el puente de hierro, y emprendamos la bajada junto al camping de Valle de Bucaruelo, este tramo últimamente lo hago lento, es una pista en bajada en la que se puede correr, pero me quedo desinflado, prefiero bajar más tranquilo y reservar para la última parte de la carrera.
 
Pasamos nuevamente junto al puente y seguimos por la  margen derecha del Ara, creo que vamos por el gr. 11, una bonita senda con un pasamanos incluido con la habitual presencia del Greim, llegamos a la cota máxima de la carrera 1.260m un sendero por un sitio precioso, en más de un momento desvié la vista hacia abajo y daba miedo, mejor mirar para adelante, y disfrutar del recorrido.
Empezamos la bajada al camping de San Antón, una bajada en la que voy a saco, aquí paso a un montón de gente, disfruto como un niño.
Ya en el camping tan solo cojo un poco de naranja, y sin parar me dispongo a afrontar la última tachuela, que se hace dura a estas alturas de la carrera., pero después de esto, apenas queda un poco de sube y baja, y una última y pequeña bajada hasta la carretera. Doy todo lo que me queda para poder superar los últimos metros por la carretera, y subir hasta la plaza en la que son bien recibidos los aplausos tras oír tu nombre.

Esta vez tuve que esperar yo a la familia, ya que se habían ido al Puente de los Navarros y debían de estar volviendo, pude aprovechar para charlar con corredores y con los compañeros de Huesca que iban llegando poco a poco, el tiempo acompañaba y no daban ganas de irse a duchar.
Iban llegando los corredor@s hasta completa los casi 200 que tomaron la salida, creo que apenas hubo algún percance, con lo que podemos decir que fue todo un éxito que culminó con una comida.


El próximo año volveremos otra vez, es un clásico para culminar la temporada de carreras de montaña, en el que aprovechas para hacer turismo y encontrarte con un montón de amigos… 

GORBEIA SUZIEN

18/10/14

Vuelvo otra vez a correr a mi tierra, esta es la segunda carrera después de la Kosta Trail, en la que disfruté muchísimo, tanto con la carrera como con el paisaje. En esta ocasión pasé el viernes con la familia en Romo y me desplacé a Zeanurí, llegué con más de una hora de adelanto pero el pueblo estaba petado de coches, tuve que aparcar en el quinto pino, pero bueno, merecía la pena, así pude divisar las estupendas vistas que tenía.
el viernes de paseo por mi tierra

Bajé a por el dorsal y dejé la bolsa para la ducha, ya estaba listo para disfrutar de un gran día. Me estuve empapando del gran ambiente que había en la plaza del pueblo, inchables para  los niños, puestos con tiendas de ropa de deporte, productos de la huerta, quesos, pasteles…

El colorido de las diferentes equipaciones daba un colorido especial a la plaza, entre ellos destacaban los del equipo sestaotarra, grafsestao, del que salió el a la postre ganador de la prueba, Ionut Zinca, recuerdo cuando corría en el equipo de carreras de orientación de la capital alavesa, ha sido siempre una máquina.
 
Después de saludar a Monrasin, y como no, de pedir que me retratara, me metí en el cajón de salida, mientras esperábamos conversando con el resto de corredores nos presentaron a los 50 primeros dorsales y  homenajearon a la selección de Euskadi de carreras de montaña.
el ganador Ionut con super Ramón
 
9,15 y salida, sin cohete ni nada, todos “palante”, esta vez me coloqué muy atrás, con lo que las estrecheces, primero del puente y luego de las muchas sendas, hicieron que me quedara muy atrás, pero bueno, esto me daba tiempo en muchas ocasiones de disfrutar del precioso paisaje.
Salí con un botellín de agua en la mano, nunca lo había llevado y pensaba dejarlo en el primer avituallamiento, pero finalmente me acompañó durante toda la carrera, y la verdad me sentó de maravilla, hacia calor y bastante humedad.

Iba entrando en calor, pasamos por una fuente en la que nos ofrecieron un vaso de agua que no rechacé, nos esperaban mas de 1000m de desnivel para llegar a Lekanda, una subida en al que podías aprovechar para disfrutar de las excelentes vistas en las paradas que se producían cuando el camino se estrechaba o en la zona equipada con cuerdas, todo ello en presencia del “Dron” que no nos quitaba ojo…
 
El primer avituallamiento ofrecía un buen surtido, aparte de lo habitual, encontrábamos un surtido de pastelitos que en otra ocasión hubieran sido arrasados en su totalidad, pero había que mantener la línea…

La subida fue dura y larga, pero todo se acaba, una bajada rápida y nos plantamos en el segundo avituallamiento, desde aquí se divisa nuestro próximo y deseado objetivo, la cumbre del emblemático Gorbeia, nunca he subido esta cumbre, por una cosa o por otra, siempre era fallido el intento, unas veces la niebla, otra la mala previsión, el caso es que hasta ahora no había estado tan cerca de conseguirlo.

Enseguida nos plantamos en sus faldas, la última y empinada rampa se hizo dura, pero subía con muchas ganas, y el numeroso público presente en la zona animaba sin parar.

Su impresionante cruz ya estaba ahí, ¡había llegado!, una inspiración profunda, y una mirada a mi alrededor para contemplar la belleza del entorno, y para abajo.
Esto no se había acabado, una bajada de unos 5km y uno control para volver a subir la última de las “cimas”, esta vez bastante mas corta, la cota de 1.153m no se hacía muy larga, desde aquí hasta la meta prácticamente todo era bajada, a excepción de una tachuelita.
 
Unos ocho kilómetros de bajada, se hacían bastante largos para llegar al último avituallamiento, un poco de hidratación y a por la tachuelita famosa, que según contaban se hacía dura a estas alturas de carrera.

Tenían razón, se hacía dura, el calor que nos acompañó todo el día, y la humedad en la zona boscosa, hacían mella en muchos corredores que se quedaban poco a poco atrás y, a los que iba sobrepasando. Nuevo e inesperado control,  para bajar a saco, con susto incluido, casi me tropiezo con una raíz en una zona empinada, menos mal que no caí, sino…

Salimos a la carretera, ya se olía la ternera que estaban asando en la plaza, un último esfuerzo y los aplausos me metieron bajo el arco de meta.

Una carrera estupenda, para repetir, ambiente, logística, entorno, y climatología, todo acompaño, además en mi tierra, que más se puede pedir…¡pues sí!, un chaleco estupendo con una cervecita de la zona que nos dieron en la bolsa de corredor.

Tras una ducha un poco peculiar, llego la comida en el frontón, una ensalada con una ternera con certificado Eusko Label, que estaba buenísima, no dejé ni el hueso… 



hasta el año que viene...




 












martes, 28 de octubre de 2014

6º ULTRA TRAIL GUARA SOMONTANO

4-5/10/14
Otro año más, y ya van 5, en los que me planto en Alquezar para disfrutar de en estas tierras del Somontano, es la 6º edición de este Ultra Trail que cada año va creciendo en participación y en ofrecer diferentes opciones a los distintios corredores que se quieren introducir en este mundillo.

A excepción de la primera edición, en la que todavía no conocía este nueva forma de vivir el monte, he estado siempre en la salida para afrontar los casi 100 km de ediciones pasadas, y los 102km de la actual, con los añadidos que le han dado una mayor belleza si aun cabe a este entorno.

Esta vez nos tocó madrugar a los Sietamorunners, Martin y yo, salimos prontito de nuestro Siétamo para llegar a Alquezar con tiempo de recoger los dorsales y acabar de prepararnos. Poco después de las 6 estábamos plantados en la plaza baja de Alquezar cogiendo nuestro dorsal y bolsa de corredor, saludos con los conocidos, y al coche a ponernos el buzo de faena.
 
Como siempre buen ambiente en la salida, aunque era un poco pronto, últimas charladas con los colegas de faena y ¡pumm! el cohete anunciaba la salida, esta vez un poco más atrás de lo deseado, me gusta salir un poco adelante para poder bajar por el estrecho sendero que conduce a Villacantal sin problemas.

Los casi 9km que nos separan de Asque se hacen muy rápidos y no te puedes obcecar, queda mucho, mucho, mucho. Seguimos, para después de cruzar el Vero, introducirnos en una de las zonas más bonitas de la carrera, las pasarelas, a los pies de Alquezar, he pasado muchas veces por este lugar pero siempre me impresiona, y más en una carrera.
 
En el avituallamiento de Alquezar, reposto bien de “combustible”, la subida a Basacol con el calor que va apretando se suele hacer dura, bajo hasta la pista, en esta ocasión mejor que en otros años, y me voy acercando al avituallamiento de la Viña, antes bajamos al fondo del barranco, para ahora sí, subir hacía la Viña, este año se hace más asequible al no apretar tanto el calor, hemos salido una hora antes.

El avituallamiento de la Viña da un respiro para enlazar con él Collado de Las Almunias, uno de los tramos que se suele hacer más duros, aunque a mí me encanta, puede ser por el calor que pega, aunque como he dicho antes, al haber salido una hora antes se hace más asequible.

Lo que si es realmente duro y feo de narices, es la subida a la Sierra de Balces, nunca me ha gustado, y este año tampoco, ya me lo tomo con tranquilidad, además le temo a la bajada a Rodellar, no se me suele dar bien últimamente, y como siempre Monrasin retratandonos...
 
Pero este año en la bajada, las fuerzas me respetan y disfruto un montón, ¡a toda leche!, en la parte final aflojo, porque me iba a reventar bajando, y no era plan, ya me reventare subiendo…

En Rodellar cogí la bolsa que nos dejaron, apenas saqué algún gel, tome algo de sólido y liquido, y llamé a mi mujer para darle “novedades”. Ya llevábamos 45km , este digamos, es un punto de no retorno, si no abandonas aquí, ya prácticamente tienes que tirar hasta Las Bellostas,  pero bueno, para esto queda mucho.
Ahora teníamos que ver una de las zonas nuevas que han añadido, preciosa por cierto, por lo menos la bajada al Puente Coda, la subida la dejaremos en un 5, un poco pesada, después de “coronar” la Peña Grau, una bajada bastante rápida hasta la Fuente de Mascún, a la que había que desviarse unos metros si querías disfrutar de sus frescas aguas, cosa que hice y en la que encontré al incombustible Javisa, con él disfruté nuevamente de un tramo de la carrera, duró poco, porque en la Costera se me fue escapando poco a poco.

Este tramo me deja cascado, pero este año también lo llevo un poco mejor, aquí en Otín nos espera un inesperado avituallamiento, con agua, pero que es bien recibida, deben estar aquí por que tienen que controlar que no pase nadie a partir de las 19 horas, el tramo que viene a continuación es el segundo que nos han añadido, es un poco peligroso para hacerlo de noche, además merece la pena hacerlo de día, es impresionante.

Lo hago como puedo, pero disfrutando de su belleza, una vez más nos acercamos al Mascún. Volvemos nuevamente al gr1 para llegar a Letosa, me tumbo en el suelo, estoy bastante cansado, pero no me puedo quedar mucho que me duermo, arriba, y tras ser retratado nuevamente por el sr.ornitorrinco salgo en busca de Las Bellostas, este tramo no es muy largo, y su parte final me gusta bastante.
patas arriba en Letosa

Este es el último punto de no retorno, si sales de aquí, ya tienes que hacer los casi 40km que aun quedan, a muchos ya les pilla la noche, yo intentaré llegar al Colla de Pedro Buil de día, los últimos años lo he conseguido, ¡por segundos!, ya que llego prácticamente a oscuras. Este año no podía ser distinto, con el último rayo de sol rebuscado llego a Buil, un poco de sólido e hidratación, y me pongo como me recomiendan, algo de abrigo, más tarde tuve que quitármelo, hacia un calor increíble.

Desde aquí la carrera cambia, hasta ahora había compartido algún pequeño tramo con algún corredor, pero al poco de salir de Buil un corredor guipuzcoano, Txemi (Jose Miguel Mediavilla), que me pasa, se para junto a mí, y ya disfrutamos de todo lo que quedaba de carrera juntos.

Nos lo tomamos con calma, unas veces por mí y otras por él, pero ya la cosa no iba a cambiar mucho, además como le digo, esta vez tengo que llegar aunque sea el último, si acabo la carrera seré finisher también en la Chalenger, y esto supone que el próximo año tengo las tres Ultras de Huesca a mitad de precio, que no es moco de pavo,  pero bueno a parte de esta anécdota, es agradable compartir “hazañas” con otros corredores.

Llegamos a Sevil, como siempre cachondeo con las voluntarias más simpáticas, sin menospreciar al resto, un poquito de conversación y a continuar, ya quedan menos de 20km para meta.

La bajada la hacemos tranquilos, más de lo que yo hubiese querido, pero la compañía merecía la pena, ya estamos en en Radiquero, famoso por su ambiente y chocolate, esta vez no lo probé, aquí le esperaba a mi compañero su familia, creo que esto le dio fuerzas para los 4km que nos quedan.
Son pocos, pero la subidita a estas alturas…aprovecho como siempre para llamar a  mi mujer, sus ánimos diciendo que voy bien me da un pequeño empujoncito, para llegar a la pista, que en bajada nos dejará prácticamente en Alquezar.

Este tramo si que lo hago siempre a saco, además disfruto un montón, sobretodo desde la ermita de San Gregorio, pero ya para lo que quedaba, y además me recordó mi compañero, Challenger, challenger, no te vallas a romper el tobillo a última hora.

Ya estábamos, las luces que iluminan la Colegiata te suben la adrenalina, estamos pisando Alquezar, pasamos junto a la piscina, los parking, las  primeras calles, y por fin, la alfombra roja, aplausos del publico que todavía queda, ya son las 12.30 de la noche, 17,30 horas hemos pasado disfrutando y, también sufriendo un poquito.

Saludos y despedida hasta mañana en la comida, apenas como nada, me apetece ducharme, no tengo muy allá el estomago, duchita, en la que coincido con otro Challenger, un viejo conocido, en el Ultra de Sobrarbe iba delante de mí y se cayo, se debió de hacer daño la rodilla, y desde entonces le pregunto que tal le va.

Tras la ducha, bajo a intentar tomar algo, apenas puedo tomar medio trocito de fuet y media cervecita, con las mismas me voy a dormir a la furgo hasta que llegué Martin.
Martin y Michel, "haciendo las paces"

Creo que estoy medio descansando, tres o cuatro horas, acerco la furgo a la plaza de abajo para que Martin no tenga que andar mucho, y voy a esperarlo a meta, mientras espero, llega su gran rival, Michel Borras, y juntos esperamos, podemos ver como entra en meta con cara de felicidad con sus compañeros de faena del Ultra del Aneto.

Después de unas risas y un brindis con patxaran, nos vamos para Siétamo, quiero llegar antes de que amanezca, y lo consigo, pero por poco.

Por la mañana me levanto para acudir a la comida y a la entrega de premios, me acompaña Javi,mi hijo mayor, le hace ilusión.
Javi

La entrega de trofeos, fue todo una ceremonia, quizás un poco larga, pero con todas las carreras y las categorías se hizo ameno, tenía maneras el del “gorrito”, además para una vez que subo al podium.
los Challenger

Después de esto, todos a las piscinas a comer, pudimos repetir y todo, pero lo importante, pasamos un rato muy agradable, el tiempo acompañaba y la comida también.


Gracias como todos los años a la organización y a los voluntarios, que hacen que año tras año nos animemos en seguir viniendo a esta bonita carrera, nos vemos…