martes, 13 de octubre de 2015

VII Ultra Trail Guara Somontano

Y ya van seis las ocasiones en las que me dispongo a disfrutar de este entorno único, si la semana pasada me puede deleitar con los verdes montes del Parque Natural del Gorbea en la Gorbeia suzien, este finde he disfrutado y de verdad, de nuestra querida Sierra de Guara, muchas son las veces en las que he participado pero en esta ocasión he disfrutado enormemente, dado el poco entrenamiento que he acumulado este año, he podido observar, mirar y oler este paisaje por el que tantas veces he pasado y en muchas ocasiones sin apenas fijarte.

A las 4.45 salí con Martin de Siétamo, llegamos a Alquezar en poco más de 30 minutos y después de coger el “crotal” fuimos a buscar el dorsal que nos habían cogido el día anterior, una vez uniformados, saludos y fotos con la numerosa plantilla de Peña Guara, esta vez éramos un enorme rebaño.  
 
Para ser la seis de la mañana había bastante gente en la línea de salida, después de todas las presentaciones y de la canción dedicada a la carrera por el corredor Salva Rambla, salimos tras el estallido del cohete anunciador.
Esta vez tenía pensado ir con Martin para no dejarme llevar por la euforia y pagarlo después, la bajada hasta el Puente Villacantal fue lenta dado la gran cola que teníamos que esperar y la noche que paraba un poco los ánimos, la noche le daba otro encanto a esta primera parte del recorrido, los cientos de luces que serpenteaban la bajada de Alquezar a Villacantal eran una pasada, merecía la pena volver la vista hacia atrás y disfrutar de este pequeño espectáculo.
 
Lo único malo de salir tan pronto es que nuestro paso por las pasarelas pierde un poco su encanto pero por lo demás esa horita nos iba a servir para pasar menos calor.
De nuevo en Alquezar, ya había amanecido y el bullicio animaba, después de recargar el estomago, a emprender la subida a Quinzans, la subida poco a poco, con la conversación de Martin se hacía más llevadera. Casi sin darnos cuenta y disfrutando de lo lindo, estábamos de camino a al avituallamiento de la Virgen de la Viña, lo más comentado en nuestra conversación era el magnífico tiempo que nos acompañaba, esto nos permitía tener menos desgaste para seguir afrontando los kilómetros.
En el avituallamiento, a seguir recargando el estómago sin olvidar los líquidos, esta vez si que estuve pendiente de beber regularmente, más vale tarde que nunca.
La bajada al barranco preciosa como siempre, y con la habitual presencia de de Ramón Ferrer, para dejar constancia.

Ahora empezaba una de las partes más temidas, además de por su dureza por el calor que siempre nos acompaña en esta zona, pero en esta ocasión el sol apenas había aparecido, así que la subida al avituallamiento de las Almunias no fue tan duro, por cierto los avituallamientos, fabulosos, para quedarse un buen rato, que bien entraba esa pan con aceite, que bien se lo están montando Paú, Kike y compañía, están haciendo esta carrera insuperable, lo van a tener difícil para ir mejorando año a año, están dejando el listón muy alto.
en lo alto de Balcés

Ahora tocaba, y creo que hablo en nombre de la mayoría de los corredores y corredoras, el tramo más odiado, la subida a Balces, paciencia, buena conversación y …resignación, porque, que larga se hace, mira que la he subido un montón de veces pero parece que nunca llegas, pero como dicen, lo buen siempre se acaba…y lo malo también.
Rodellar
Poco antes de acabar de subir nos pasan Nacho y compañía, ya no les volveríamos a ver hasta la meta, un carrerón el que se pegaron, nos tocaba bajar, y poquito a poquito nos plantamos en Rodellar, aquí el sol ya ha aparecido, dan ganas de quedarse en una terracita a tomarse un buena cerveza, buen ambiente y buen avituallamiento, un poquito de pasta para recargar, algún hidrato, más liquido y a seguir, aquí como decimos ya no hay retorno, si pasas es para seguir como sea.
puente de las Cabras

Bajamos al puente de las Cabras y empezamos la subida por la Sierra, se nos hace un poco larga, pero la presencia de Plasín para darnos ánimos nos da un pequeño empujón para seguir adelante, emprendemos la bajada al Mascún, y vamos en busca de la Fuente del Mascún, que aunque es necesario un pequeño desvió merece la pena, ahora ya toca dirigirse a buscar una de las tachuelas hacía Otin, la Costera, aquí nos encontramos a Javisa, que parece un galgo, está poniendo cintas que algún gracioso ha tenido a bien quitar para que nos demos un paseo directo al barranco, que gente…
Nos acompaña hasta llegar arriba y se queda a esperar a Roberto Anés, que viene para hacer de escoba.


la Costera

Dirigimos  nuestros pasos ya hacia el abandonado pueblo de Otin, breve descanso para cargarnos de hidratos y a buscar uno de los sitios más espectaculares de la carrera, las  Fajas del Mascún, impresionante, este año las he disfrutado de lo lindo, corriendo a toda pastilla, parando a sacar fotos, a observar el paisaje, a sentir las paredes de piedra…
fajas de Mascún
 
Salgo de las fajas sin Martin, se ha debido quedar, le he esperado bastante rato pero decido seguir a Letosa y esperarle descansando bajo la sombra de un árbol, las voluntarias de este avituallamiento creo que este año se llevan el premio de las más simpáticas, aunque todas los son, se portan maravillosamente, pero su tarta de chocolate me encandiló, poco más pude hacer aquí, la cabezada apenas duró un par de minutos, Martin no tardó en llegar y enseguida emprendimos la marcha.
avituallamiento de Letosa

En le tramo que nos separa de Las Bellostas, prácticamente fuimos juntos, aquí compartimos algunos metros con parte de los Guara team, y notando ya los kilómetros y las  piedras que parece que nunca se acaban llegamos al avituallamiento más completo, aquí paramos un rato más para recargar bien, encantados de ver a muchas de las voluntarias habituales.
Comenzamos la subida al collado de Pedro Buil con ganas, Martin nunca había subido de día por este lugar, disfrutará delpaisaje.
Con la noche acechando vamos subiendo poco a poco, parece que nunca llegamos, pero esto me lo conozco bien y antes de que anochezca estamos sentados sacando la ropa de abrigo y los frontales, y después de tomar unos frutos secos, salimos con el frontal ya preparado para cumplir sus ultimas horas de carrera.

Este tramo es el que más pesado se le hace a Martin, la verdad que a mi no me gusta mucho tampoco pero más tarde o temprano llegaremos al Mesón de Sevíl, en esta ocasión ha sido más tarde, lugar en el que parece que ya se ha acabado la carrera pero que si no estas fino para poder correr se te puede hacer eterna.
Aprovechamos para tomar un caldito mientras nos tapamos con una manta para no coger frío, un poquito de pan con aceite y jamón, que ya casi no entra tan bien como al principio pero que es necesario para poder afrontar los casi 20 kilómetros que nos quedan.
 
Empezamos la bajada poco a poco para calentar las patas que se debían de haber olvidado que había que seguir. El primer tramo se hace fácil pero desde el desvío de la pista para buscar la Virgen de la Viña, es eterno, por más veces que he pasado por este lugar, sabiendo que tengo que tener calma y paciencia para llegar, nunca lo logro y siempre se me hace largísimo, y eso que esta vez contaba con la compañía de Martin.
Pero al final, llegamos, a diferencia del anterior tramo, desde aquí hasta Radiquero me encanta, siempre voy a toda pastilla, pero en esta ocasión nos lo tomamos más tranquilamente, se trataba de llegar, Martin lo estaba haciendo mucho mejor que en otras ocasiones, y yo no me podía quejar dado los kilómetros que he hecho este año.

Llegamos a Radiquero, esta vez no tomamos el delicioso chocolate que siempre nos ofrecen con todo el cariño, las ganas por llegar superan lo golosos que somos, además a Martin le acecha su “bestia negra” …superMichel, no podemos dejar que ningún frontal nos rebase, así que para delante, apretamos todo lo que podemos, que es poco y vemos como se nos acercan algunos frontales, y nosotros también nos acercamos a otros, cuando ya casi hemos subido nos pasa el frontal que nos pisaba los talones, falsa alarma, no era Michel, pero y si sí, había que hacer un esfuerzo y bajar como suelo hacer en otras ocasiones hasta Alquezar, a toda caña, pero Martin ya le queda poca gasolina y a su estomago no le podemos pedir mucho, que de momento esta salvando la papeleta, le voy empujando para que no afloje, pasamos a algún corredor y le voy empujando hacía meta, las luces están ahí, ya casi vemos sin frontal, Alquezar se nos presenta grandiosa, con su Colegiata presidiendo todas esas luces, ya estamos callejeando, aplaudidos y animados por las gentes que todavía aguantan por sus calles, afrontamos la calle con su alfombra roja, esos aplausos finales, y a Pau recibiéndonos con la medalla de allegador, otro más y ya son seis las veces que el equipo de Siétamo Runners recibe esta medalla y seguro que no es la última.
Después de esto felicitaciones del resto de Peña Guara que casi esta al completo, platito de pasta, que por cierto estaba impre..sionate, tras un charla con el resto de corredores de fatigas nos vamos a duchar y descansar al albergue, que nos lo merecemos.


Como siempre agradecer a toda la organización y voluntarios su eterna amabilidad y lo que disfrutan con su trabajo, ya que año a año repiten muchos de ellos, nos seguiremos viendo…


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lunes, 12 de octubre de 2015

IV GORBEIA SUZIEN TERNUA

27/09/2015

Fantásticos días los que he pasado en mi querida tierra, sin apenas haber corrido nada este año me presente el viernes dispuesto a disfrutar de un fin de semana completo; viernes fiestas de mi barrio, sábado espectacular final de concurso de saltos Red Bull Cliff Diving, saltos desde el puente de La Salve a 27 metros sobre la ría con el entorno del Gugengeim, culminando el domingo con esta preciosa carrera que vuelve a estar en la Skyrunner Nacional Series de 31 kilómetros y 2.400 metros de desnivel positivo.
la saga Perurena

Red Bull Cilff Diving


A las ocho de la mañana ya me encontraba en Zeanuri en pleno Parque Natural del Gorbea, el pasado año ya disfruté de esta carrera, pero este año ha sido aun mejor, el tiempo era perfecto para correr, salí en las últimas posiciones junto con el emblemático e incansable Joxan Salgado, un navarro que está en todas, con lo que estuvimos mucho tiempo parados cuando el camino se estrechaba, pero esto me hizo poder levantar la vista y disfrutar del entorno.
 
Un recorrido modificado respecto a la edición pasada, la belleza, la misma, pero creo que ha sido más dura, la zona tenía varios tramos peligrosos pero al estar seco el terreno este se minimizaba.
haciendo cima en el Gorbeia
bajando del Gorbeia

La subida al Gorbeia, una pasada, pero creo que este año al subir por lateral la cruz no la veíamos casi hasta llegar y esto le quitaba cierto encanto, la subida al Aldamin increíble, una enorme hilera de colores se divisaba desde lo lejos, precioso sí, pero marcaba el “sufrimiento” que nos esperaba en esta larga subida con un final duro y precioso, en el que acabamos a cuatro patas…Duras subidas, duras bajadas, pero en definitiva precioso recorrido del que pude disfrutar durante 5 horetas, estoy contento porque pensaba que iba a tardar bastante más, dado el nulo entrenamiento que llevo este año, pero son estas las ocasiones que hay que dedicarse más a disfrutar de la carrera.
 



entrando en meta
Más de 800 corredoras y corredores disfrutamos de paisaje espectacular y un recorrido con mucha dificultad técnica, de unos voluntarios muy atentos, y de un público que jaleaba en los momentos más duros del recorrido, y que fue correspondido con unos apasionantes finales tanto en la categoría femenina como en la masculina, en la que Laura Orgué se impuso a Paula Cabrerizo por 12 segundos, al igual que el arrollador Manuel Merillas que también se impuso por 12 segundos a Tófol Castanyer.

Después de una super-refrescante ducha, pudimos disfrutar buena comida como viene siendo habitual por estos lares, ah¡ no podemos olvidar la chaqueta técnica Ternua Adrenalita, una pasada, solo por esto y la comida merece la pena venir, como no agradecer a Festak.com por el mogollón de fotos que nos ha sacado.


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jueves, 2 de julio de 2015

7º Gran Trail TERNUA SOBRARBE

Otra año más nos  plantamos en Aínsa para disfrutar de esta Ultrafamiliar Trail, este año denominado Gran Trail TERNUA SOBRARBE, aunque este año era “competitivo” el espíritu se sigue manteniendo a pesar de que el número de participantes se vaya disparando.

Acudo como siempre la noche anterior con Martin para cenar tranquilamente en el Hotel Sánchez que tan bien nos acoge año tras año, la verdad parecía el comedor de Peña Guara, estábamos un montanazo de gente, vaya cantera que se está formando, bueno cantera de carrozas porque ya vamos teniendo una edad aunque nos quedan muchos años por delante…

Después de una cena copiosa salimos a pasear un poco para bajar la cena y antes de las 12 estamos en la cama, mañana a las 5 nos tenemos que poner en pie para estar de corto a las 6, ya es la 7ª edición y a excepción  de la primera en la que no estaba en este mundo, he acudido a todas.
Recuerdo con mucho cariño la primera edición, también iba con Martin, fue el que me introduzco en este mundo, en aquella ocasión era un gran reto para mi solo el acabar, además en esa edición eran dos jornadas, que finalizamos agónicamente pero muy contentos de haber finalizado. Desde entonces las siguientes ediciones las he acabado disfrutando en todas ellas, sufriendo en muchos momentos, y poco a poco mejorando edición tras edición, pero este año con un nulo entrenamiento sabía que me iba a tocar sufrir de verdad, esto se iba a agravar con la ola de calor que se anunciaba, pero por otra parte se me iba a hacer más llevadero porque tenia la intención de ir toda el rato acompañado por Martin que no estaba muy fino y además tenía que cuidarse para su gran reto, UTMB.
 
Eran las 6 de la mañana y apenas sin desayunar, mal empezamos, estamos en el campo de fútbol saludamos a los asiduos y a otros no tanto, pero con especial cariño a nuestro gran compañero el sr.Ornitorinco, suena el pistoletazo de salida y con los primeros rayos de luz nos disponemos a afrontar el tramo más rápido y “peligroso”, no por que esté expuesto, sino por que se puede ir rápido y esto te puede pasar factura si te pasas, lo digo por experiencia, pero en esta ocasión y haciendo caso de los consejos de mi compañero de equipo vamos a paso de principiantes, algún sube y baja, primer avituallamiento en Laspuña y a buscar el salvaje Cinca, correr por su margen izquierda es una maravilla, casi tocando el agua, algunos la tocaron al confundirse de camino en algún punto y tuvieron que vadearlo, no les vendría mal para refrescarse un poco. Nos presentamos en Lafortunada km.25, ya tenemos más de 1/3 de carrera por lo menos en kilómetros, porque todavía nos queda todo el desnivel.

Repostamos un poco - por cierto avituallamientos muy poco variados y monótonos, es la única objeción que puedo hacer en estas 7 ediciones, lo ponen muy difícil-  y seguimos carrera, hasta ahora la sombra nos acompaña, hemos ido despacio y creo que no va a ser difícil afrontar la subida que también conocemos, nuestro paso es lento…pero seguro, muchas caras conocidas nos pasan, hasta nuestro querido orni llegamos a Tella más o menos bien, le comento a Martin que todavía no he visto el Dolmen, se queda un poco alucinado, pero es la verdad, en otras ocasiones llego a piñón miro como un idiota y no veo na de na,  pero ahora más despacito y con las indicaciones de mi compañero de fatigas logro por fin verlo. Este avituallamiento igual que los anteriores pero con un abrevadero con el agua fresquita, esto nos dará ese plus para afrontar la subida al Portiello de Tella
 
Enseguida nos desviamos del gr.19 para buscar su variante 19.1 para seguirlo hasta casi la finalización del Trail. El calor se empieza a notar pero una ligera brisa lo hace más llevadero, la verdad hasta ahora encantados con el tiempo, las lazadas del camino se suceden y vamos ganando altura poco a poco, el cansancio lo empieza a aparecer pero la banderola de la Fuente del Trucho ya se ve, un poco de líquido y a la fuente, la primera intención era meternos enteros pero esta fría de cojo…..así que repostamos agua fresquita y nos refrescamos la gorra, queda una rampa de 200 metros de desnivel que es un “poco” durilla, pero todo se acaba y nos plantamos en el Portiello, nos sentamos a tomar aire y disfrutar del paisaje, observar la magnifica Edelwais y afrontar la bajada a Bielsa, casi 1000 metros de desnivel y unos cinco kilómetros de empinada bajada.

Quitando la primera parte con muchas piedras suelta, el resto se lleva bien, no hubo ninguna incidencia salvo el despiste en una zona del Barranco de Montinier en el que no es la primera vez que nos despistamos, y al parecer no hemos sido los únicos ya que el camino estaba pisado y lo peor que ya sabía que existía ese problema, pero la cabeza estaba más en Bielsa.

Ya hemos hecho la maratón, estamos en Bielsa, poco a poco hemos llegado, la última parte del camino ya es conocida además de por el Ultra por la carrera de de montaña, en esta ocasión vamos más chino-chano.
Aquí nos pegamos un “fiestón” en el avituallamiento, coca cola y un plato de macarrones, con esto creo que podremos subir sin problemas a la Cruz de Guardia. Al salir de Bielsa una nube nos libra del sol que ya empieza a ser “molesto”, tras acompañar al Cinca unos metros nos despedimos definitivamente de él, la subida empieza con una fuerte rampa para poner el corazón a cien, la rampa tiene tela, pero se acaba, un último avituallamiento de agua y a jugar…
Tenemos por delante unos tres kilómetros más o menos llanos con alguna mini bajada,  pero esto se acaba, el calor aprieta, la pendiente manda, y todo hace que en varios momentos me sienta totalmente reventado y tenga que parar para coger aliento y tomar unos de esos geles “deliciosos” y no desfallecer, aprovechamos los arroyos para refrescarnos, sientan de maravilla, menos mal, en uno de estos momentos nuestro acompañante Carlos Escario que desde Bielsa nos daba conversación nos deja, iba más fuerte y le estábamos ralentizando mucho.
 
La dura subida da para mucho, hasta para una siesta que por primera vez en todas las carreras que he participado pude disfrutar, solo fueron cinco o diez minutos, pero nos sentó de maravilla, la subida se hizo más llevadera, nos pareció que soñamos y todo porque vimos durante unos instantes a “el corredor sin fin”, Javisa, y su hermano, que estaban de “excursión”, unas fotitos, muchos ánimos y para arriba, ya queda poco, vemos el final, los barrancos ya no solo sirven para refrescarnos, aprovechamos para beber, que fresquita está el agua…
Vemos el final, esta cada vez más cerca, la última rampa es dura pero es la última, y vemos a Ramón que le está dando al botón, foto, foto y foto para retratar la cara de dos campeones.
 
Un rato de descanso bien merecido, pero sin abusar, el tiempo de corte no esta muy lejos, parece mentira, nunca había luchado contra el tiempo, aunque esta vez voy un poco más sobrado que en mi participación en la Apuko.
El descenso en esta ocasión es más tendido y con un terreno agradable, además Ramón va dejando constancia de nuestros pasos con sus instantáneas.
En la zona de Los Solans nos despide él y más de un centenar de vacas que ya están acostumbradas a ver correr a unos locos.
 
El calor se sigue notando, pero ya hemos visto Plan en la lejanía, pero primero está Serveto, un mini descanso y a por la última subida, apenas 100 metros de desnivel, pero el calor ya esta en el ambiente, ahora las sombras no te quitan el calor, el aire esta viciado. Llegamos a una pista por la que vamos andando aunque no tenga pendiente, ya estamos muy cansados, en algún momento corremos algo para que no se haga eterno, alguna parada para picar algo, ya hace tiempo que vemos y “oímos” Plan, y llegamos a Gistain el último avituallamiento y el más fresquito.

Corremos para salir de la carretera y coger el camino zigzageante que nos dejará en San Juan, pero apenas nos metemos  nos pilla el Gran Michel, que sorpresa, pensábamos que esta sufriendo por atrás, pero pudimos disfrutar de su compañía los últimos kilómetros y entrar en meta juntos.
Entramos con los ánimos de uno de los organizadores más entrañables, Alberto del Bosque y los aplausos de los compañeros de Peña Guara y el resto de público. Poco más de 13 horas nos ha llevado este paseo por estas zonas tan bonitas del Sobrarbe, no voy a decir que volveré, porque eso está hecho, solo diré que ha estado todo perfecto, este año se ha notado mucha más presencia de voluntarios, que siempre hacen más agradable la carrera, la organización estupenda como siempre, el único pero, aunque ya estaba avisado, los avituallamientos un poco sosos, y como no, la cerveza para pasar la longaniza, que peto el surtidor, mecachis…

¡Ah! Gracias Martin! por tu compañía, fundamental para llegar al final del  camino.


                                       CLASIFICACIÓN

jueves, 7 de mayo de 2015

Ultra-Trail Apuko Extrem, verde que te quiero verde...

Destrozado, destrozado, destrozado, así acabé cerca de las doce de la noche, hora límite para finalizar esta bonita pero dura Ultra, tan solo me sobraron cinco minutos, cinco minutos que saben a gloria.

Una experiencia única, nunca había estado jugueteando con el tiempo y los kilómetros a la misma vez, en las carreras y ultras en las que he participado hasta ahora, no me había preocupado por el tiempo, es más, no llevo reloj desde hace muchos años y no presto atención a la hora que es, pero en esta ocasión tuve que preguntar en más de un ocasión la hora que era.

Llevo lo que va de año medio parado por diversas circunstancias, he hecho más kilómetros en esta carrera que en todo 2015, y lo más sensato era no haber tomado la salida, pero en todas las carreras en las que he estado apuntado he finalizado y si alguna tenía que ser la primera, sería esta, y con razón, pero por intentarlo no iba a ser. Aunque con el tiempo tan estupendo que tuvimos durante el puente la opción familiar no hubiera estado nada mal, no acudo todos los días a visitar mi tierra y familia.

La carrera a pesar de todo la empecé con ganas, tenía asumido que tarde o temprano, mi estado físico o los tiempos de corte me mandarían a tomar una zurito y unas rabas con mi familia, pero la suerte fue "cruel" conmigo y me permitió disfrutar de los estupendos paisajes verdes, verdes como siempre, verdes como los recuerdo, y verde tras verde era lo que veía cada vez que subía y veía que no se acababa tanto verde...

En el primer y segundo corte iba con una hora de sobra, y esto me daba ánimos para llegar de día al último corte, pero en Zalla donde llegué destrozado y con una cara de zombie, apenas tenía 20 minutos, no me podía quedar a descansar un poco como era mi intención, solo pude comerme medio plato de pasta que amablemente me trajo una pareja que estaba siguiendo a un amigo, darles las gracias desde estas lineas por su enorme amabilidad, me sirvieron hasta el agua y la bebida isotónica.¡Gracias!

Hasta aquí compartí varios tramos con corredores y corredoras, y disfruté de su compañía y conversaciones, fueron breves pero agradables, pero desde Zalla sí que compartí tramos más largos, personas con mucha experiencia como May, que finalmente acabó aunque un poquito más holgado que en otras ocasiones, con el compartí varios kilómetros y acumulé muchas experiencias suyas, espero verte de nuevo. también disfrute de la compañía de Endika y un colega con los que los kilómetros se pasaban mejor, ya los últimos 15 o 20 kilómetros si los compartí más estrechamente con Luis Miguel Lejarazu, si no llega a ser por él no creo que hubiera llegado, pude aguantar las subidas y bajadas que en el último tramo de la carrera se hacían más que duras.

La última subida al Apuko era agotadora, el grado de desnivel era increíble, pero por lo menos después de coronar ya solo teníamos que ver como las luces de Zaramillo se acercaban más y más, y nuestro objetivo estaba más cerca, aunque el tiempo nos empujaba a no descuidarnos y intentar darlo todo, la última bajada por esa senda iluminada con farolillos se divisaba muy bien desde Zaramillo, parecía interminable, no podíamos correr mucho por qué era muy peligrosa, así que cuando salimos a la pista empecé a acelerar el paso para correr como un loco, no sabía lo que faltaba, Luismi me dijo que en 10 minutos llegábamos y, esos eran los que quedaban, muy justos pensé, así que a toda pastilla por la pista, y a toda pastilla por la senda, para salir sin esperarlo a ver las vías de tren, -que alegría oír los ánimos del público-, ¡que final!, me paré para esperar a Luismi, pero el público, y el ver que quedaban 6 minutos me tranquilizo, ¡llegaríamos los dos!, no me lo creía pase la meta sin creermelo, no apostaba nada por ello, creo que no lo merezco, no volveré a hacer una locura así, sin entrenar ¡no!.
En cuanto cruce la meta fui a buscar a Luismi, a darle ánimos sabiendo que ya lo habíamos conseguido.
alguno iba con ventaja...

Increíble, pero llegué, no me lo pude creer hasta que me duché con ese agua tan fresquita que te deja sin respiración, no pude ser consciente que había terminado esta gesta, no ha sido la más larga, ni la más complicada que he hecho ni mucho menos, pero sí, la más dura, más agotadora y en la que nunca estuve convencido de acabar, pero sí tengo que decir que he disfrutado sufriendo, de los paisajes y que a pesar de no poder con mi alma en muchas ocasiones,sí que he tenido tiempo de levantar la vista y observarlos, de la compañía de la gente, y como no, de correr con el tiempo pegado al culo...

No me puedo olvidar de dar las gracias a todo la organización y voluntarios por su magnifica y estupenda labor, nos veremos seguro.

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